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Mitos sobre las domiciliaciones bancarias

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Alex Vilchis

Alex Vilchis

Co-fundador

8 min. de lectura

Aunque las domiciliaciones bancarias llevan décadas existiendo, todavía circulan muchas ideas equivocadas sobre cómo funcionan. Si administras o eres dueño de un negocio donde reciben pagos de manera frecuente, seguramente has considerado implementar la domiciliación para optimizar tus procesos de recolección de pagos.

La domiciliación bancaria, a diferencia de los cargos recurrentes, es un cobro que se realiza directamente a la cuenta bancaria de los clientes. Una de las principales ventajas de esto es que, como negocio, dejas de depender del plástico, lo que te permite despreocuparte de la fecha de expiración, de los cargos declinados y de las altas tarifas de admitir tarjetas de crédito o débito.

Veamos ahora los mitos más comunes sobre las domiciliaciones bancarias.

Mito 1: Solo las grandes empresas pueden admitir domiciliaciones bancarias

Muchos dueños de pequeños y medianos negocios creen que las domiciliaciones bancarias están reservadas únicamente para corporativos o empresas de gran escala como Telcel o CFE.

La realidad es que cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede implementar domiciliaciones bancarias. Desde un gimnasio local con 50 socios hasta una escuela privada con cientos de estudiantes, todas pueden beneficiarse de este método de pago.

Lo que sí es cierto es que tradicionalmente los bancos tenían procesos burocráticos. Pero hoy en día existen plataformas tecnológicas que han democratizado el acceso a las domiciliaciones, eliminando la necesidad de tratos directos con bancos y simplificando el proceso de implementación.

Mito 2: Es lo mismo que un cargo a una tarjeta de crédito

Aunque ambos métodos permiten cobrar de forma automática, existe una diferencia fundamental entre domiciliaciones bancarias y cargos recurrentes a tarjetas (débito o crédito).

Los cargos recurrentes se realizan sobre tarjetas de crédito o débito, donde el dinero pasa por las redes de Visa, Mastercard o American Express. Al aceptar cargos recurrentes, estás sujeto a las fechas de expiración de las tarjetas y posibles declinaciones por límites de crédito. Esta es la forma en la que la mayoría de servicios como Spotify o Netflix operan.

Las domiciliaciones bancarias, por el contrario, se ejecutan directamente desde la cuenta bancaria del cliente hacia la tuya, sin intermediarios de tarjetas. Esto significa mayor confiabilidad, ya que no dependes de la disponibilidad de una tarjeta. Algo importante: este método únicamente funciona para cuentas de débito (no es posible domiciliar una tarjeta de crédito).

Si quieres leer más al respecto, te recomendamos leer nuestro artículo Cargos recurrentes vs domiciliaciones.

Mito 3: Los clientes no aceptarán domiciliar sus pagos

Es comprensible que exista cierta resistencia inicial por parte de los clientes para autorizar débitos automáticos a sus cuentas bancarias. Sin embargo, la experiencia demuestra lo contrario: una vez que los clientes comprenden los beneficios, la adopción es sorprendentemente alta.

Los principales beneficios que perciben los clientes son:

  • Conveniencia: Ya no tienen que recordar fechas de pago ni hacer transferencias manuales
  • Puntualidad: Evitan recargos por pagos tardíos o suspensiones del servicio
  • Transparencia: Pueden ver claramente en su estado de cuenta cuándo y cuánto se les cobra
  • Control: Pueden cancelar la autorización en cualquier momento (dependiendo de los términos contratuales)

Un factor clave para la aceptación es la comunicación. Si les explicas claramente cómo funciona el proceso, qué comisiones (si las hay) van a pagar, y cómo pueden darse de baja si lo desean, la resistencia se reduce considerablemente. Hablamos más de esto en nuestro artículo de errores comunes al domiciliar.

Empresas como gimnasios, escuelas privadas y compañías de servicios han reportado tasas de adopción superiores al 70% cuando implementan domiciliaciones como opción de pago.

Mito 4: Las comisiones son muy altas

Este mito probablemente surge de la comparación con otros métodos de pago más simples como las transferencias SPEI, que en muchos casos son gratuitas. Sin embargo, es importante analizar el costo total de oportunidad.

Las comisiones de domiciliaciones bancarias típicamente son:

  • Tarifa fija por transacción: Entre $5 y $20 pesos
  • Sin comisiones porcentuales: A diferencia de las tarjetas, pagas lo mismo sin importar el monto
  • Sin costos de implementación: La mayoría de plataformas modernas no cobran setup fees

Si comparamos esto con los costos de otras alternativas:

  • Tarjetas de crédito/débito: 2.5% - 3.9% por transacción
  • Efectivo en tiendas: 2% - 3% más el tiempo invertido en conciliación
  • Gestión manual: El costo del tiempo del personal dedicado a seguimiento de pagos

Para un pago mensual de $1,000 pesos, una domiciliación te costaría aproximadamente $5 pesos, mientras que el mismo pago con tarjeta te costaría entre $25 y $39 pesos en comisiones.

Comparación entre cargos recurrentes y domiciliaciones

Las domiciliaciones bancarias ofrecen comisiones más bajas y mayor confiabilidad que los cargos a tarjetas.

Mito 5: Tienes que afiliarte con un banco

Históricamente, implementar domiciliaciones bancarias requería establecer acuerdos directos con bancos, un proceso que podía tomar meses y involucrar requisitos complejos de documentación, garantías y volúmenes mínimos.

Afortunadamente, este panorama ha cambiado radicalmente. Hoy en día existen plataformas especializadas que actúan como intermediarios, permitiendo que cualquier empresa pueda implementar domiciliaciones sin necesidad de tratos directos con bancos.

Estas plataformas modernas ofrecen:

  • Implementación rápida: Puedes estar operando en cuestión de días, no meses
  • Sin requisitos mínimos: No necesitas volúmenes específicos para comenzar
  • Documentación simplificada: Solo necesitas los documentos básicos de tu empresa
  • Soporte técnico: Incluyen APIs y herramientas que se integran con tu sistema actual
  • Gestión integral: Manejan tanto la parte técnica como la regulatoria

Plataformas como Quentli han eliminado todas estas barreras, permitiendo que desde una consultoría con 10 clientes hasta una empresa con miles de suscriptores puedan beneficiarse de las domiciliaciones bancarias.

Mito 6: Debes usar un 'layout' para cobrar

Este es quizá el aspecto más técnico y tedioso del proceso tradicional de domiciliaciones bancarias. Históricamente, los bancos requerían que las empresas generaran archivos de texto con un formato muy específico llamado "layout" para procesar los cobros.

¿Qué era un layout?

Un layout era un archivo de texto plano donde cada línea representaba una domiciliación a procesar, y cada campo (nombre del cliente, número de cuenta, monto, etc.) debía ocupar una posición exacta dentro de la línea. Por ejemplo:

JUAN PEREZ GARCIA    01234567890123456  000001500001
MARIA LOPEZ MARTINEZ  09876543210987654  000002000001

Cada espacio, cada carácter, tenía que estar perfectamente alineado según las especificaciones del banco. Un error de un solo carácter podía hacer que todo el archivo fuera rechazado.

El proceso tradicional

El flujo de trabajo con layouts era extremadamente manual y propenso a errores:

  1. Generación manual: Debías crear el archivo de layout manualmente o con herramientas básicas como Excel
  2. Subida diaria: Cada día, tenías que conectarte al portal del banco y subir el archivo
  3. Espera de procesamiento: El banco procesaba los archivos en horarios específicos (generalmente por la noche)
  4. Descarga de resultados: Al día siguiente, descargabas otro archivo de texto con los resultados
  5. Interpretación manual: Tenías que analizar manualmente cada línea para saber qué cobros fueron exitosos y cuáles fallaron
  6. Conciliación: Finalmente, debías actualizar manualmente tu sistema con los resultados

Este proceso no solo era tedioso, sino que también era una fuente constante de errores humanos y requería dedicar horas cada día solo para procesar los cobros.

La solución moderna

Plataformas como Quentli y Stripe han revolucionado completamente este proceso mediante APIs modernas que eliminan toda la complejidad de los layouts:

Ventajas de las plataformas modernas:

  • Automatización total: Los cobros se procesan automáticamente sin intervención manual
  • Integración directa: Se conectan con tu sistema existente a través de APIs o webhooks
  • Resultados en tiempo real: Conoces inmediatamente el resultado de cada transacción
  • Interfaz intuitiva: Panel de control visual en lugar de archivos de texto
  • Gestión de errores automática: Reintentos automáticos y notificaciones inteligentes
  • Conciliación automática: Los resultados se sincronizan automáticamente con tu sistema

Lo que antes tomaba horas de trabajo manual cada día, ahora se puede automatizar completamente con unas cuantas líneas de código.

Esta transformación ha hecho que las domiciliaciones bancarias pasen de ser un proceso exclusivo para empresas con equipos de TI dedicados, a estar al alcance de cualquier negocio que quiera optimizar su cobranza.

En conclusión

Las domiciliaciones bancarias representan una oportunidad real para optimizar los procesos de cobranza, reducir costos operativos y mejorar la experiencia de pago para tus clientes. Los mitos que hemos analizado provienen en gran medida de cómo funcionaba este método de pago hace algunos años, pero la realidad actual es mucho más accesible y beneficiosa.

Si tu negocio maneja pagos recurrentes mensuales, es hora de considerar seriamente implementar domiciliaciones bancarias. Los beneficios en términos de costos, confiabilidad y automatización superan por mucho las percepciones erróneas que aún persisten en el mercado.

En Quentli hemos ayudado a decenas de empresas a implementar domiciliaciones bancarias de manera simple y efectiva. Si quieres conocer cómo esta solución puede transformar tu proceso de cobranza, contáctanos para una consulta personalizada.

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